La respuesta es sí. Ha cambiado rotundamente.
En la siguiente ilustración queremos hacernos eco de cómo se compraban servicios jurídicos hace 20 años. Las personas nos conocían fundamentalmente a través de referencias de terceros. Las páginas amarillas eran, en esa época, una forma muy común de publicitar servicios profesionales a nivel local.
Pero todo esto ha cambiado, basta con mirar a nuestro alrededor. Como afirma irónicamente Jesús Acevedo, el cartel del despacho de abogados es insuficiente para captar clientes. Hoy en día los potenciales clientes de tu despacho usan las tecnologías digitales para acceder a la información y la usan de forma constante.
Según “El Momento Cero de la Verdad” publicado por Google, más del 80% de los procesos de toma de decisión de compra empiezan en Internet. Internet se convierte en el punto de partida de cualquier proceso de contratación de un abogado.
El proceso digital para contratar abogado
Cuando un usuario se dispone a encontrar un abogado a través de la red se considera una búsqueda compleja, ya que no se trata de un proceso impulsivo y probablemente no sea habitual.
Al tratarse de un servicio de alto valor, el cliente se informa, se implica y se asegura durante el proceso para contratar un abogado. Este proceso, de acuerdo con la jerarquía de Maslow, implica varias fases: búsqueda de información, evaluación de alternativas, decisión de compra y comportamiento poscompra.
Hace 20 años el espectro de búsqueda se reducía esencialmente a guías físicas y recomendaciones de terceros. Hoy en día el mundo digital dispone de herramientas de fácil acceso y amplios resultados para evaluar múltiples alternativas antes de decidir una contratación. De ahí la importancia de una estrategia de marketing jurídico digital para estar presentes en “El Momento Cero de la Verdad”.